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21 febrero, 2009

Soundtrack: “The Virgins Suicides”, Música de Air. “El patio de juegos del amor”.


La muerte al final de un hilo conductor llamado amor; la historia del suicidio múltiple de las hermanas Lisbon, y como este afectó a toda una comunidad, pero sobre todo, a su grupo de amigos más cercanos, sus eternos enamorados. Esta es la cinta que puso a Sofia Coppola en el mainstream hollywoodense, curiosamente, también la pondría a la cabeza proyectos que cuentan historias amorosas disfuncionales, convirtiendo el género en su firma personal (vamos, “Lost in Translation” y “Marie Antoinette” no se alejan de lo anterior).

El argumento no es en si mismo un enigma, lo que se vuelve un acertijo conforme avanza el filme, es descifrar las razones que llevaron a las Lisbon a dejar este mundo; están las razonas obvias, esas que no satisfacen a los cinéfilos, ¿qué era lo que realmente sentían?, ¿qué había en sus cabezas?. Aquí es donde la música se vuelve importante, Sofia Coppola, integra a su equipo de trabajo al dúo francés Air, conformado por Nicolas Godin y Jean-Benoît Dunckel, declarándose fan del sonido de la banda.

El trabajo de los franceses, esta encaminado (a lo largo de las 13 canciones que conforman el score), a ayudarnos a resolver ese crucigrama; mientras que el soundtrack contiene música del 70 (década en la que se desarrolla la historia), la música incidental de Air, es un viaje a través de la mente de estas 5 niñas, una pequeña muestra de la personalidad y del color de cada una de sus almas. Una extraña oda de sintetizadores y percusiones electrónicas para la melancolía preparatoriana que, conforme nos sumergimos en la trama, nos vuelve curiosos y nos ayuda a entender, por ejemplo, lo que hay en el corazón de Lux Lisbon (Kirsten Dunst); tracks esquizofrénicos, a veces, con aires cristalinos y tensiones revestidas de beats y pianos eléctricos.

El score llega a su punto cúspide con “Playground Love”, tema principal de la película, una balada con tintes jazzeros y elegantes atmósferas noir; la voz Thomas Mars (vocalista de la banda francesas Phoenix y padre junto con Sofia de Romy Coppola) convierten el corte en un orgasmo sonoro, cargado de romance de 3’32’’ de duración. La versión instrumental de la misma “Highschool Lover”, no desmerece en lo absoluto, remplazando el trabajo vocal de Mars con arreglos en piano, como sólo Godin y Dunckel pueden hacerlo.

Finalmente, ¿qué es el amor?, sino la interpretación subjetiva de símbolos y señales que, cierta persona (a la que otorgamos el título de “especial”), emite de forma conciente o no, hacia nosotros, logrando una sensación única; música como la de Air, es de gran ayuda cuando uno está trabado buscando respuesta para ese tortuoso misterio, o en este caso, cuando tratamos de resolver los infortunios del corazón adolescente.


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